Wednesday, September 19, 2012

El arte del círculo de bordado de Zirahuén, Michoacán

English version: The Art of the Ladies Sewing Circle of Zirahuén, Michoacán
Introducción

Cuando dos personas que provienen de dos culturas distintas una a otra se unen para lograr un objetivo compartido, el resultado pueda ser sorprendente y muy bueno. Hace dos años, regresó después de pasar algunos años en Houston, Tejas, un joven que se llama Franco que proviene de la comunidad de Zirahuén, Michoacán.

Por pura coincidencia Houston es la ciudad natal de la artista Debby Breckeen que ya es habitante de la misma comunidad de Zirahuén. Cuando Debby tenía más o menos un año de vivir en Zirahuén, Franco la abordó con el propósito de que ella fuera maestra de una clase de bordado crewel. Estaba de acuerdo Debby.

En el Día de la Madre de 2010, hubo en la tenencia de la comunidad un cine con botanas para las madres y sus hijos. Antes del cine, se la presentó Franco a Debby a las madres y mostró su bordado crewel la artista. También anunció Franco que la primera clase iniciará el martes siguiente en la misma tenencia de Zirahuén.

Círculo de bordado de Zirahuén, Michoacán
Frente: Ana Lilia, Devi, Chelo
Detrás: Lupe, Carmela, Cuca, Mireya

Dice Debby que el dicho martes llegaron cuarenta y tres señoras para inscribirse y que en el momento decidió ella tener dos clases en dos días por semana—cuatro clases de una hora cada una.

La tradición artesanal de los purhépecha

Cabe mencionar que la gente purhépecha, una gente digna, nunca fueron conquistada por los aztecas, aunque regularmente llegaban los guerreros aztecas buscando prisioneros agarrar para ser esclavos y víctimas de sus sacrificios.

También son una gente pragmática los purhépecha. Por ejemplo, cuando el rey purhépecha aprendió de la derrota de los aztecas por los españoles, le mandó una delegación a Cortés con el mensaje: “No deseamos pelearse en contra de usted. Aceptamos a su dios y a su rey”.

Desafortunadamente, la cooperación de los purhépecha no los protegió de la crueldad de los españoles, sino afortunadamente, el sacerdote Vasco de Quiroga llegó a la zona para convertirse en el primer obispo de la región. El Tata Vasco era un hombre progresista con una visión de la paz y por eso luchaba para proteger a la gente de los soldados españoles. Ya es amado el Tata Vasco, aún venerado como santo, por mucha de la gente purhépecha.

Les explicó el Tata Vasco a los líderes de la gente purhépecha de la necesidad que ellos aprendieran como volverse con autosuficientes bajo el dominio español. Para lograr este objetivo, asignó el obispo una actividad artesanal a cada pueblo en las orillas del lago de Pátzcuaro. Actualmente, los artesanos purhépecha dicen que solo formalizó el Tata Vasco las especialidades artesanas que existían en esa época. Por ejemple, el pueblo de Santa Clara del Cobre, había haciendo el cobre mucho antes de la llegada de los españoles.

La artesanía de Michoacán tiene una reputación a nivel internacional. En Morelia, la Casa de las Artesanías sirve no solo de escaparate para estos objetos artesanales sino también para venderlos.

La creación de algo distintivo....

Pues esta es la tradición artesanal de las señoras de Zirahuén. Dice Debby, “Mucho del bordado de esta región es del estilo deshilado”.


Detalle: Deshilado
“También aparece punta de cruz bordado”.
Detalle: Punta de cruz bordado
“La mayoría de las mujeres purhépecha son maestras de estos tipos de bordado, incluyendo que hacen las servilletas para los bautismos y fiestas de cumpleaños y que mucha gente las usa para cobrar las tortillas”.
Mientras estábamos de plática reciente, mencionó Debby que fue su intento mediante las clases les ofrecer a las bordadoras de Zirahuén una manera de diferenciar su bordado de lo que hacen en otras comunidades. Entonces añadió Debby:
"Aunque les enseño yo las puntadas crewel, no enredo con sus ideas creativas. Me encanta su creatividad y por eso me aparto y miro mientras florece su propia creatividad."  
Inician las clases el junio de 2011

Bajo la enseñanza de Debby, aprendieron las señoras como trazar un estampado para pegarlo con cinta adhesiva a una ventana con luz y poner la tela encima del estampado para trazarlo. Cada semana aprendieron más o menos cuatro puntadas de bordado crewel.

Había tantas bordadoras en cada grupo que primero les enseñaba Debby a tres señoras las puntadas más complicadas y después ellas mismas regresaron al grupo para enseñarlas a otras tres bordadoras. En esa manera todas las señoras se vuelven también estudiantes y maestras.


Aprender por hacer...y al mismo tiempo aprendiendo de una a otra
Recuerda Debby que algunas de las señoras no continuaron y actualmente hay un grupo de quince bordadoras—tienen ellas de vente hasta los ochenta años—se reúnen cada semana por dos horas más o menos.

A medida que pasa el tiempo la llamada clase se volvía al círculo de bordadoras amigas. Mantiene Ana Lilia el pequeño almacén de los estampados y tela en su casa. Cada señora puede elegir como usar su tiempo de bordado y también escoger sus propias provisiones de los que estén disponibles en el almacén. Cuando necesita una bordadora nuevas cosas, llama a la puerta de la casa de Ana para entrar el almacén.

Dice Debby:
“Cuando tenían las bordadoras un dechado de más o menos veinte puntadas diferentes, empezamos a bordar un estampado sencillo de una sola flor. Cada señora eligió los colores de hilo y puntada que deseaba usar en su propio estampado”.
Primer estampado sencillo: Demuestra la creatividad
Dice Debby:
“Más tarde bordamos estampados más complicados, incluso empezaban las señoras a unir estampados e inventar sus propios imágenes. La destreza y habilidad de ellas son increíbles, impresionantes, y cada semana que pasa se vuelve más personal el bordado de cada bordadora”. 
El mantel de Cuca

Detalle: Ha rodeada Cuca el campo de frutas y vegetales con un marco verde de la palabra...Refugio. En su bordado, ha creado la bordadora un santuario aparte de las tareas e inquietudes de la vida cotidiana.  
Dice Debby: 
“Cada semana se reúnen las señoras de Zirahuén en la tenencia para bordar juntas”.
Justo a retirado Berta su bordado desde el aro de bordado. 



Esmeralda: Platicando mientras borda...una pausa muy agradable de los quehaceres domésticos
Dice Debby:
“Cuando teníamos seis meses de bordar juntas, arreglé veintidós piezas de su bordado crewel y las traje a la Feria Alternativa en Erongarícuaro”. 
Detalle: El pescado de Esmeralda
¡Tan diferentes son los dos pescados! Cada uno demuestra la creatividad e imaginación distintiva de su propia bordadora.
Detalle: El pescado de Ana
Dice Debby:
“¡Casí todos los bordados vendemos! Con este dinero no solo podemos recuperar los gastos del hilo más caro y de la manta sino también establecer el propósito del grupo como un círculo de señoras en el que cada persona pueda bordar lo que desea y hacerlo a su propia velocidad con la posibilidad de hacer un pequeño beneficio para comprar más hilo”.

La cruz: Bordado crewel de Ires
Otra visión realizada con imaginación y creatividad 
“Lo que me atrae sobre el bordado crewel es que es un estilo de bordado más relajado. Una vez que está elegido el estampado por la bordadora, está cumplido usando su propia imaginación en la elección de colores y puntadas…tal vez construyendo una textura relieve encima de la tela…como lo hacen las bordadoras con sus pescados”.
“Aquí estamos ahorita. ¡Ojalá que podamos regresar juntas a la Feria Alternativa para pasar un día alegre con la música, la buena comida y algunos beneficios también!” 
Las reflexiones personales de Debby....
Como extranjera, no me permite ganar dinero en México, pero el compromiso con este grupo me da estructura en la vida y me siento más parte de la comunidad. Cuando manejo por el pueblo, la gente me saluda con, 'Buenos días' y me siento acogida por la comunidad.

Y los hijos…¡ay, me encantan los niños!...por lo menos dos hijos acompañan cada señora al grupo. Juegan uno con otro mientras bordamos nosotras compañeras.
Cumple Antonio un año en junio¡lo mismo que el grupo!
Ana dice que Nancy—con galfas—y su hermana, Daniela, siempre saltan encima de la cama insistiendo,
“Soy Devi!" - "No…Yo soy Devi!"
¡Qué felicidad! Ya tengo la confianza de relajarme, quitando todas las expectativas de cualquier otro motivo.

Los niños del círculo de bordado de Zirahuén: Daniela y su amiga; Nancy está molestando a su primo Daniel y Carlitos...poquito aturdido.
Me da mucho placer de sentarme y abordar con este círculo de señoras de Zirahuén. A veces estamos bordando y relata alguna señora una anécdota que recibe todo tipo de reacción, incluso los resoplidos y chiflados.

A veces hay preguntas y revistas. Parecemos normales…un grupo de abuelas, madres, hermanas, primas, bordadoras..sobre todo, amigas quienes estamos a veces cansadas, a veces nerviosas, a veces agitadas por el comportamiento de los niños.

Pero lo importante es que al fin del día, estamos juntas…bordando juntas…tratando de hacer algo lo cual es al mismo tiempo personal y bello.

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